23 ene 2010

Homero (Viejas locas)

Casi empezaba a opinar que el Pity Alvarez es medio machista, lo cual puede ser cierto, pero no por escribir con Viejas Locas la canción “Homero”.

“Se hace difícil siendo obrero hacerte cargo del pan, de tu esposa, tus hijos, del alquiler y algo más…” como si solo el hombre fuese el “sostenimiento” económico en una familia.

Pero lejos de querer pensar lo negativo de la canción se me ocurrió un argumento para salvar de la opinión negativa a este temazo.

Si vemos el video del tema, está Homero Simpson en la televisión de los obreros, son lo único colorido y vivo en la secuencia porque la familia obrera es gris y está frente la pantalla atónita mirando.

Es como una contraposición, como si la televisión fuese un espejo, pero en realidad fuesen antagónicas vidas que se definirían igual: ambos son obreros.

Pero Homero Simpson es inoperante, ineficaz e irresponsable, egoísta individualista, ignorante, obeso, mantiene a su familia en EEUU… y Homero de Viejas locas es un trabajador sometido, altruista (si lo consideramos egoísta), “se mató pensando”, es famélico y apenas puede mantener a su familia en algún monoblock de “ascensor angosto”, “eficaz y responsable”, en un departamento.

Ambos viven rutinas. Son obreros.

“La vida de un obrero es así, hay!” > se expresa el dolor por este hecho.

“Y pocos son los que van a zafar.” > existe el pensamiento de terminar, zafar, de esta vida

“Y aprendemos a ser felices así” > pueden ser felices ¿a pesar del dolor que significa ser obrero?

Salir a la calle y agradar

Mientras me hacía la paja en el baño, explorando los tabúes sociales, me pregunté ¿Por qué salimos a la calle a agradar?

La gente se perfuma, se viste linda, se peina, se tiñe el pelo, adelgaza, muestra los músculos trabajados, sonríe si la circunstancia da para mostrar una amplia sonrisa, se muestra con amigos hermosos, mujeres con pechos firmes y levantados, culos delineados y parados… la gente usa colores y formas de ropa para agradar, moldea su cuerpo para agradar, mueve su cuerpo para hacer sentir agrado a los demás, para diversificar las calles, para divertir las miradas de los espectadores, como si saliéramos todo el tiempo a un carnaval con nuestros disfraces.

Y veo mujeres que me comen con la mirada, y veo mujeres que me como con mi mirada.

Veo mujeres comiendo hombres y también comiendo mujeres con la mirada, y veo hombres que generalmente se dan vuelta para comer las colas de las mujeres con la mirada.

Engullir, esa es la palabra.

¿Y comer es tener sexo? El 99,98% de la gente que vemos en la calle no es para tener sexo. Y a quienes usamos para tener sexo no necesitan usarnos a nosotros perfumados o bien vestidos todo el tiempo, y menos necesitan que nos vistamos así, que mostremos nuestras carnes erotizantes todo el tiempo; de ahí se ponen celosas las parejas. ¿A dónde vas tan bien vestido? ¿Hace falta que vayas a trabajar así de erótico? ¿O a visitar a tu familia con esa pilcha de dandy?

¿Entonces para que nos vestimos como panteras asesinas? ¿No es ridículo mostrar perlas si nadie va a consumirlas? O ¿No es ridículo agradar a gente que en un 99,99% no vamos a conocer jamás?

Y lo peor es que se agrada con el aspecto, no importa el contenido de tanto gel y cremas sobre la piel tostada, lo importante es el gel y las cremas en la piel tostada, y que tengas un corazón saludable, no importa tanto la personalidad.

El otro día vi a un tipo, de mi edad, con el torso desnudo, bronceado a más no poder, y todos los músculos marcados, parecía un físico culturista, y andaba caminando con su piel sudorosa justo cuando salía de mi casa. Realmente me pregunté ¿No es así como querría verme yo? ¿Realmente quiero andar con el torso desnudo por la calle?

Mi primera reacción fue de sorpresa, luego de agrado, y luego de desagrado.

Me agradaba que alguien se muestre desinhibido, cagándose en las normativas de que se debe andar siempre vestido por la calle.

Pero el desagrado fue cuando percibí un aire de superioridad, de gozo, de “poder” que hasta me sentí desafiado a pelar mi cuerpo y competir quién tenía más. Obviamente esto me produce risa, porque yo no tenía, ni tengo, la mitad de forma escultural de la que el ostentaba.

Aca me pregunto si ya tengo instaurado el pensamiento de que un cuerpo “trabajado” es una propiedad ostensible.

Esta es una confesión, la tengo, desde que vi a Jesús Cristo en la iglesia, era el tipo todo con el cuerpo marcado, y luego los G-joe, Himmann, halcones galácticos, etc…

Mis modelos no fueron un Jesús Cristo asceta, famélico, flaco, desnutrido, “asqueante”, ni el flaco de “Donde está Wally”, ni ser como un Pitufo (enano y gordito).

¿Ya es malo ser petizo? ¿Ya es malo ser flácido? ¿Ya es malo tener un cuerpo, mi cuerpo, no como dicen hay que tenerlo?

Terminé de hacerme la paja y vine derecho a escribir esto, podría haber ido a ayudar a hacer la mudanza a mi prima Sofía y a Gustavo, pero preferí tardarme y escribir esta “confesión”, quizás a alguien le sirva saber que no está solo en la red, con estas inquietudes.

17 ene 2010

Otro discurso que vende tranquilidad en televisión.

“Uno no se puede meter en la preocupación de los demás” y “cada uno opina lo que quiere y siente como quiera”. “Yo no te puedo decir como tenés que sentir”.

(Hablando de Fútbol Canal26 11.05am 17 enero 2010.)

Claro, suena todo muy democrático, lástima que las preocupaciones institucionales ya se nos hayan sido metidas y acomodadas por prioridades como si fuésemos una canasta llena de proyectos ajenos; de las frustraciones paternas, de los amigos, de la mismísima sociedad que nos dice “preocupémonos porque boca llegue a la final del campeonato porque debemos ser hinchas ejemplares que alienten a nuestro equipo”, o “la inseguridad debe ser combatida por cada ciudadano, y cada ciudadano debe ayudar en consecuencia a la policía”, o “debes estudiar o trabajar o ambas, pero una de todas ellas necesariamente, de lo contrario por vago vamos a hecharte de casa” aunque “siempre debés estudiar, si no estudiás vas a desprestigiar a tus padres con tu miseria económica”.

Es muy democrático que nadie se meta en tus preocupaciones y que puedas opinar lo que quieras sobre todo, y que sientas libremente, pero nadie aclara que nuestras preocupaciones ya están estandarizadas, normalizadas, y un giro determinista social hace que la individualidad que se pregona desde el discurso sea solamente una abstracción ilusoria: pensamos como nos dejan pensar, como se permite pensar, sobre los temas que la mayoría desea tratar, cualquiera que abandone esto incurre en mirar a los ojos al Tabú, y eso es punible.

Estudiar a la sociedad no es crimen, de hecho se paga a sociólogos, antropólogos, economistas, psicólogos, eclesiásticos, oficiales del ejército y la policía, médicos, abogados, etc, todos ellos estudian parcialmente la sociedad para desempeñarse en ella.

Pero recriminar que vivimos en una sociedad impregnada en mentiras, de hipocresía, de amor al individuo que solo es un amor a vender mercancías. La tranquilidad de estar conforme con estos discursos de los periodistas, los ideólogos, los historiadores, y demás gente generadora de sentido común, esta tranquilidad que trasmiten es una mercancía más.

Cuando discriminamos a un boliviano mal vestido sentimos algo de culpa, si es que todavía la culpa es un valor que maneje esta sociedad. “Luego vamos a casa” y el periodista sonriendo nos dice que desalojaron a una familia boliviana que ocupaba ilegalmente un edificio, que unos bolivianos en una villa vendían droga o cocinaban paco, y que los pibes chorros se distinguen por estar mal vestidos con sus llantas de cuatrocientos pesos y toda ropa deportiva holgada que seguramente es drogada, todos ellos son morochitos, con el pelo lacio, usan gorrita y la mayoría son hijos de bolivianos o de villeros o de “otros” inmigrantes ilegales.

Y la culpa se fue. Compramos tranquilidad, también está la tranquilidad en venta en los libros de auto ayuda, que nos expían de la culpa, los libros “orientalizados” que tratan del Zen, el Reiki, el Yoga, y otros.

16 ene 2010

Las feministas son mis enemigas

Cuando Gustavo empezó a contenerse para no repetir la frase de Maradóna (“la tenés adentro”) me di cuenta que la cosa estaba mal.

Ustedes no lo conocen bien a Gustavo, de hecho yo tampoco lo sé enteramente, pero si hay algo que el no teme ocultar es que le gusta burlarse de los tópicos de momento.

Veamos; hay una vieja hablando de las buenas costumbres, y el se ríe, ¿Qué me va a enseñar una vieja de las buenas costumbres si esa vieja de mierda nos legó todas las costumbres de mierda por las cuales actualmente somos una mierda de sociedad apelmazada de hipócritas?

Veamos nuevamente, si Gustavo ve a su pareja hablando bien de no sé que cosa el va y le busca la vuelta para joderle la paciencia, y ella que digamos no es una persona muy paciente ni elocuente, así que se imaginarán los berrinches que se le engrosan en las carnes al pobre Gustavo con su pareja. Si Sofía dice Si entonces Gustavo dice: Pero podría ser que NO, y al rato termina rematando: Es que realmente es como yo digo, solamente que voy a darte la razón porque me apena que te pongas nerviosa por una trivialidad. Y esa trivialidad seguramente era una gran idea de mi prima, así que tan trivialidad no era, imaginate como se pone con el pobre Gustavo que tantas ganas de divertirse con las personas tiene.

Se preguntarán a que voy con todo esto, bien, voy a tirarles un dato más antes de empezar a ir contra las lesbianas de las feministas. JA JA.

Resulta que Gustavo dice: ¿Mirá si la llevamos a la tía Norma al bachillerato popular?

Claro, no hace falta que sepan que Norma es una rechoncha inconforme que en sus años mozos era una recalcitrante comunista cheguevariana. Ni hace falta saber que el bachillerato popular es una cúpula de narcisistas individualistas. Llevar a Norma a la casa del autonomismo barato, llevar a una persona militarizada al país de Alicia y sus maravillas, eso si que era motivo para reirse. Llevemos la “norma” a estos anarquistas!.

¿¡Que gracia no!?

Bien, un día Gustavo, en vísperas del uso de “la tenés adentro” o “vos también la tenés adentro”, “te la comés doblada” y otros, estuvo soltando una parafernalia de un minuto, teniendo cuidado de herir susceptibilidades, sobre todo por temer repetir una frase “machista” como la que maradona dijo. Desconocía a Gustavo en ese momento.

¿Pero que mierda pasa acá? Resulta que no puedo decirte a la cara: “te la comés doblada puta del orto” porque es machista decirte que solo el hombre “da” y la mujer tiene el papel pasivo de “recibir”. Porque “reificamos” (termino marxista: sinónimo de edificar) el papel del hombre como activo que da de comer en este caso, y el de la mujer como una sujetada, cosificada por el hombre como la que engulle los penes de los tipos que se tira.

¿Solo porque las minas no pueden darles la pija en la boca a sus hombres entonces yo no tengo que ser tan machista por andar divulgando que mis hembras me hacen petes?

Todo este problema nace con el hijo de puta de FREUD.

Muchísimos se preguntarán que tiene que ver, describir a Gustavo, luego hablar de Maradóna, y ahora meter a Freud en el cuadrilátero de mis ideas.

Bien, Freud comienza con la sandez, aunque brillante en su época para meter su retorcida idea del Edipo, de que la hembra de homo sapiens sapiens al verse desnuda ve su vagina, pero no ve una vagina, sino que significa ese surco en su entre pierna como la “ausencia” de pene, pene que ve en el varón niño, y que la hembra desde sus comienzos en su construcción como mujer es un ser “carente de pene”. Ahora esa mujer se vuelve una puta que coje para conseguir todos los penes del mundo en su afán de poseer el pene de un varón, de ser varón, la mujer freudiana desea ser fálica, desea poseer un pene como el varón. ¿No es una sandez esta teoría? Pues bien, los psicoanalistas son los mierdas que se la comen y la divulgan como sentido común sobre todo en mi país; Argentina.

Bien, ahora desmitificando esa mierda Freudiana de que la mujer es “menos” o “carecida”, ahora vamos a tirar abajo a esas feministas que henchidas en homosexualidad no pueden encontrar otra forma de conseguir pareja que armando esos foros anti-hombres.

Obvio que la violencia domestica es terrible, porque los hombres que les pegan a sus mujeres son unos cobardes, deberían pegarles en público si se hacen los pijas.

Y es terrible sobre todo porque las mujeres no se defienden, en su afán de ser femeninas y aceptadas por la sociedad, evitan el escándalo, la publicidad, la venganza pública y demás. Susana Gimenez es la típica mujer de tiempos que están pasando por suerte, una mina que se casa con un boxeador machista (Monzón) que la caga a trompadas y ella en silencio un largo trecho. Ahora, todas esas Susanitas que aspiran a armar una familia, y ser las mujercitas débiles, productos del discurso reificador que canoniza el modelo de mujer como así y asá, están desahuciadas, algunas con hijos, presas de la desesperación por divorciarse, no contar con la aprobación de los familiares que seguramente no son tan machistas como ella que se bancó decenas de trompadas en la jeta y demases tropezones con los picaportes de las puertas, esas Susanitas que están tristes porque su matrimonio fracasó, porque no encontraron a el hombre de sus vidas, que perdieron al padre de sus hijos en algún prostíbulo, que ahora cuentan con menos plata para llegar a fin de mes, o algunas que dependen exclusivamente del marido se dejaban maltratar verbalmente para que “el viejo no se enoje y la deje en la calle”, todas estas Susanitas ¿a donde van a parar cuando la lluvia les cae en la cara despertándolas y haciéndoles notar que ni son barbies, ni están con kent en la mansión? Entre pitos y flautas pueden caer en estos centros feministas, donde están las hembras homosexuales resentidas que nunca pudieron meterle los garfios a ninguna mina, y no aspiran a ser como Freud decía de ellas, ellas quieren tajos para comérselos como mandarinas, a eso vamos, a nuestras lesbianas hijas de putas, que se la pasan hablando mal de los hombres, lavando cabezas, solamente para que esas Susanitas que te contaba terminen dándole guarida a estas lobas vestidas de ayuda humanitaria.

En vez de pregonar la igualdad, de formar mentalidad crítica, se nuclean en centros de la mujer, donde exclusivamente coordinan mujeres profesionales y solamente pueden asistir a participar mujeres. Las problemáticas solamente parecen ser de ellas, las golpeadas, las eximidas de vivir una familia heterosexual cristiana, las apabulladas, las heridas en su interior con la marca de la debilidad. ¿Y los hombres que? ¿Acaso no sufrimos la misma presión social? ¿Acaso no nos llaman putos si no nos garchamos a muchas minas? ¿Acaso no nos recriminan la homosexualidad? ¿Acaso no nos recriminan la virginidad si llegamos a los 18, 20, 25 años siendo de esa condición? ¿Acaso no nos recriminan que debemos fumar, beber alcohol, tatuarnos, meternos marihuana o cocaína como ritual de acceso al mundo de los machos o adultos? ¿Acaso no todos nosotros no fuimos discriminados, anulados, dejados de lado cuando éramos niños, no nos discriminaban por ser infantiles o ser juguetones? ¿Acaso no nos recriminan que debemos vestirnos como varones y no como mujeres? ¿Acaso no nos dicen que no debemos llorar, que los sentimientos solamente pueden ser expresados por las hembras? ¿Acaso hombres y mujeres no vivimos ambos encerrados en las incoherencias de esta sociedad edematizada por miserias?

Por eso las feministas son todas unas resentidas homosexuales, que buscan Susanitas para jugar a ponerse los pantalones. JA JA.

Pd: a maradóna no lo insulto porque sería insultar a uno de los mas grandes productos nacionales, como la milanesa de soja, ¿acaso vos le dirías a una milanesa de soja; la tenés adentro milanesa de soja, con perdón de las milanesas mujeres presentes?. Nah.

Que es el amor para mi

¿Qué es el amor? ¿Existe realmente?

En un blog no vas a encontrar la respuesta final, pero esta es mi conclusión al menos parcialmente.

Si llegaste hasta acá es porque tenés dudas sobre si existe o no el amor. Al menos si crees que el amor existe dirías que buscás algo que aún no sabés del amor, y estás acá por eso, buscando completar tu concepción del amor.

No va a ser fácil, te lo resumo; andá al último párrafo donde está mi conclusión final, pero si estás dispuesto a discutir el asunto estamos aquí dispuestos a buscar juntos el camino a la definición del amor.

Frente al escéptico total, que afirma que son supercherías que solo se “viven en telenovela” me inclino, por admirar su fuerza mental para negar al producto social llamado “amor”, y negarlo casi arbitrariamente. Yo digo; el amor existe, aunque tengas muy buenas razones para negarlo y eliminarlo del lenguaje como si fuese un verbalismo inocuo, yo voy a seguir usándolo. ¿Por qué? Porque si negase su existencia no tengo la fuerza de voluntad para ser un individuo en una marea inmensa de personas que vaya a contra corriente.

O por otro motivo más argumentativo que no hace referencia a mis fuerzas combativas: El amor si existe.

Sin ánimo de generar un grueso informe como un trastornado estudioso (estudioso que no soy) voy a resumir algunas premisas aparentemente inconexas y a unirlas de modo de defender mi tesis con ellas ensambladas.

En la “época clásica del pensamiento” (griegos 400ac 200dc aprox.) nos informan los historiadores (ideólogos) que el amor era un acto entre hombres, y raro entre hombre y mujer. Aunque el poema de sobre el amor, que dice que en el comienzo los humanos tenían 4 pares de piernas y brazos, y dos cabezas, algunos macho y hembra, otros macho y macho y el resto hembra y hembra, al ser separados, por no me acuerdo que Dios, entonces fueron alejados, y en esta vida que les toca vivirla separados están siempre en atención a encontrar su pareja, no es esta la idea que los historiadores muestran predominante; los griegos eran unos homosexuales que andaban desnudos mostrando su sexualidad por la polis ateniense, ante la mirada alarmada y espantada de las ciudades bárbaras aledañas. A Pericles le recriminaban tener a una mujer a su lado en toda ocasión, no recuerdo si Pericles era monogámico, o si era exclusivamente heterosexual, pero si recuerdo que se generaban opiniones negativas hacia el, y creando una imagen de que era un hombre débil por estar al lado de su esposa o por no seguir las buenas costumbres homosexuales griegas.

Luego los afganos tengo entendido tenían hasta hace unos años, antes de la lucha armada (EEUU invade Afganistán so pretexto de eliminar a Bin Laden, ex agente encubierto preparado por la Central de Inteligencia Americana quién orquestó el ataque a las torres gemelas, el pentágono y a dos aviones que no llegaron a cumplir su objetivo final el cual se desconoce), y la lucha mercantil para occidentalizar las costumbres de los pueblos árabes, la costumbre de mostrarse afecto en publico solamente entre hombres, la idea parecida a la de los griegos (o al revés) sobre que solo el macho merece el amor de alguien, en cambio las mujeres son instrumentos, objetos de poder, de potestad, para control poblacional o para descargar los apetitos sexuales más animales. Aunque del tema no se mucho más.

Debería hacer un recorrido por religiones tipo la hinduista, la brahmánica, los islámicos otros, pero eso significaría hacer una investigación más seria que esta recopilación de datos sobre “el amor” en las épocas y las culturas.

Finalmente, mi última recopilación es sobre mi única referencia bibliográfica certera llamada “la mirada del marciano” escrita por mi profesor de antropología en el CBC, Bonaparte “nosecuanto”.

En cuanto al amor la historia que cuenta en este libro es bastante reveladora: el amor “occidental”, o el amor que vivimos nosotros en mayoría Americana, y Europea y demases descendientes, es el amor que profesaban las cortesanas a los señores nobles, fruto de una corriente de pensamiento romántico, tanto literario como de índole “material”, digámosle en frases marxistas: las condiciones para que las mujeres piensen en caballeros rescatándolas de dragones malvados, para casarlas en el altar de la catedral de su reino, fueron que surgió la nueva clase social; la burguesía , que los matrimonios empezaban a ser mas fluidos, ya no serian un contrato matrimonial para acceder al dote de la amada (hija del rey o conde o cualquier zanguango con plata), o para establecer la paz entre naciones o regiones dando herederos que sean hijos comunes. Ahora el lazo sería el afecto “amor”, y no la cosa económica. ¿No amigos Marxistas?

Antes de las revoluciones industriales las orgías y la poligamia no serian mal vistas, sino síntomas de ser parte de la clase obrera, las infidelidades serian cosa leve, que incumbía al afectado directamente y no a los familiares ni a los vecinos como ocurre ahora que si uno es infiel te mira mal hasta el colectivero flor de cornudo.

Mi conclusión (fuertemente ligada a la tesis antropológica de Rafael Bonaparte) es que el amor es una idea, en formación constante, una idea mutante, que es actualmente la predominante para hablar de las parejas monogámicas, pero que como cualquier pauta social, norma moral y demases leyes humanas, no son perennes ni menos, son maleables, destruibles, convertibles, olvidables, perfectibles etc. El que habla de amor habla de “algo” de su época, no todos dicen lo mismo al hablar del amor, y eso está bien que sea asi, porque como soy creyente en que ni la objetividad existe, y que la individualidad tiene peso, entonces celebro que las personas modifiquen , destruyan, mejoren, parcialicen y desmiembren los usos de las palabras a como se les antoje.

Yo actualmente amo a mi mamá, a carolina, a cecilia, a Carlos (que está enojado conmigo) y demás gente que sería exceso de publicidad hablar de ellos, y como estudié en Ética, el “bien” es una palabrita que tiene infinidad de usos diferentes porque no es definible (no hay consenso definitivo), ¿Qué palabra es completamente definible?

¿Los números lo son? Nah.

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