Los buscadores de oro del Norte.
[…]
La mala suerte de otras regiones mineras no es nada en comparación con la mala suerte del Norte. En cuanto a los sufrimientos y penalidades no pueden describirse en suficientes páginas de imprenta ni contarse de boca en boca. Nadie que no las haya padecido puede saberlo. Y quienes las han sufrido afirman que, cuando Dios hizo el mundo, se cansó, y cuando llegó a su última carretilla, <
Otro viejo, en medio de la amargura de una <
-Ahí están los continentes -indicó- y allí, cerca del Polo, existe un país helado, ardiente, solitario y aparatado llamado Alaska. En otros países y estados hay grandes asilos para locos y, aunque estén repletos de gente, no son suficientes. Y a Alaska se mandan los casos más difíciles. De vez en cuando alguna criatura loca recupera la razón en aquellas terribles soledades y, con sorprendente alegría, huye de esas tierras y vuelve a toda prisa a su hogar. Pero la mayoría de los casos son incurables. Los pobres diablos siguen penando, se olvidan de su vida anterior o la recuerdan como un sueño. El Norte vuelve a aferrarlos y no los deja marchar, pues la mayoría de los casos son incurables.[…].
[ahá rafael bonaparte! asi que aca tengo un ejemplo de que la idea de la mirada del marciano anda usadita por jack london :P ]
"To Build a fire" (La hoguera). Agosto 1908.
El viajante atravieza por primera vez la nieve, por eso se dice chechaquo,
-La fragilidad del hombre. ¿Cual es el lugar del hombre en el universo?
-El instinto del lobo le contaba una historia más veraz que la que contaba al hombre su propio juicio.
-Los antepasados del hombre no conocían al Frío, El hombre no conocía el frío. El verdadero frío de 107 grados bajo el punto de congelación. Pero el perro lo conocía, sus antepasados lo conocían, el había heredado su sabiduría.
-El viejo de Sulpur Greek sabía que no debía viajar solo por Klondike.
-Geografía: Arroyo Henderson. "Sulpur Greek". "Klondike".
-Trozo de corteza de Abedul (Sauce), cerillas de azufre. (Herramientas para la hoguera).
- 1)Nieve estacionada por dias en las ramas de pino. 2)Musgo verde en tronco. 3) Torpeza por no sentir sus extremidades (Apagan la llama).
-70 cerillas encendidas en sus manos, olía su carne quemada.
-Mataría al perro e introduciría las manos en su cuerpo caliente hsata que desapareciera el entumecimiento.
-Usaba sus ojos a falta de tacto.
-"le sobrevino un temor sordo y opresivo de muerte"
-"Temía al Pánico" y se forzaba en pensar otra cosa.
-Tras caer corriendo (huyendo como gallina decapitada) quiso enfrentar su muerte con dignidad. "Se helaría de todas maneras". (Se rinde).
-La tomaría con calma (a la muerte) (Paciencia).
-Paz de espíritu , vino "síntoma de sopor" ("Era una buena idea pensó, como tomarse un anestésico).
El hombre se hundio en el sueño más satisfactorio que jamás conoció.
(Deconstruido say: ¿Habla del que relata o de toda la humanidad que viendo sus limitaciones se resigna a morir y dejar de jadear por su muerte, aceptando pacientemente el final que será más satisfactorio que toda una vida de aprendizaje y lucha metódica?).
La Voz de la Sangre o "la llamada de la selva": Jack London
Fiedrich Nietzsche invocaba al ave de rapiña, cincuenta años después las resonancias, los sismos teóricos tocaron como una aguja ponzoñosa donde Jack London ejercitaba su vida, habituado a los golpes de una realidad tan cruel como la muerte por aplastamiento y escuchando un eco continental y que por su intensidad dio a entender la esencia del pensamiento naturalista, la adaptabilidad, la perfectibilidad y al final.. lo apto “per-se”, lo perfecto en si, Jack London es para mi modo de ver quién hace una tira de imágenes sobre el individuo, “Él”. Aquel individuo superador de todos los individuos, que porta todas las adaptaciones de su pasado y su presente vitalidad, exuberante vitalidad, ávida del ejercicio del poder, una explosión de vida. Un nihilista en sus vivencias pero un Roussoniano por su elección “natural”, “sanguínea” por una vida en manada y por ser al mismo tiempo un "buen salvaje". No es un héroe porque su máxima causa es la vida para si, y no por una recompensa supra-terrenal, supra-temporal. Es un animal-dios, es todo lo que dios podría ser, es la manifestación-vida.
Una muestra de realismo:
El robo es un medio de supervivencia y muestra de adaptabilidad de los sujetos ante las condiciones adversas.
Encuentro la conexión, no con el contrato social, sino con la vida social, una “bondad”, no una crueldad desmedida, sino una picardía mensurada, un amor a un individuo, amor como sentimiento posible, al único hombre que siente deber en su vida dios-animal. Y la muerte de John, su -master-, es un nudo que se desata, nada tenza la salida de toda la moralidad, "ni a la humanidad ni a los proyectos de esa humanidad". Pero hay en su natural forma de ser una capacidad de vivir en comunidad. Aunque sea con lobos, los de su especie, y no los débiles.
"La voz" o "la llamada" (dependiendo de la traducción), "tiene varias notas", es la voz de la manada junta, no la del individuo, y no solo de una manada presente, es la voz del instinto, o sea; la voz de "una memoria eterna y perdida en el tiempo, desde el inicio". La llamada que produce esta voz es el alejamiento del individuo llamado "civilizado" hacia lo que es en si, un animal, una furia incontenible, lo que para mi se traduce en: -LA VOLUNTAD DE PODER-. Digamos que lleva en si el instinto y consecuentemente el desprecio a toda moralidad por su inutilidad práctica, y la contrariedad con el vivir plenamente; por esto llamo realista la exposición de la narración de London.
El guiño constante que la ley, La Ley, es la del garrote y la del colmillo, nos quiere decir que la ley es de quienes tengan la fuerza, el poder, y no cuenta sino solamente los más aptos.
Mejor que mi “ayuda-memoria” para acercarles material más fiable dejo algunas transcripciones del texto tituladas por mi como forma de sistematizarlas.
Los instintos
“…viejos instintos, que , en ciertas épocas, empujó a los hombres a salir de las ciudades bulliciosas hacia bosques y llanuras para matar… aquella embriaguez de sangre, alegría de matar, todo aquello estallaba en Buck con una profunda intensidad.”
“…él perseguía aquella cosa salvaje, aquella carne viva, para matarla con sus dientes, y meter hasta los ojos su hocico en la sangre caliente.”
La cumbre de la vida
“Hay un éxtasis que señala la cumbre de la vida, más allá del cual la vida no puede elevarse. Y es tal la paradoja del vivir, que aquel éxtasis llega cuando se está más vivos, pero llega como olvido completo de estar vivos. Este éxtasis, este olvido de la vida, atrapa al artista raptado fuera de si por una oleada abrasadora; atrapa al soldado, que en el campo de batalla, en la locura de la guerra, rechaza toda tregua; y atrapó a Buck mientras conducía la jauría, haciendo oír el antiguo grito de los lobos […] El hacía resonar el eco de su más profunda naturaleza, y aquello que, en su naturaleza, era más viejo que él, volviendo para atrás a las entrañas del Tiempo. Estaba dominado por el puro resurgir de la vida, por la marea ascendente del ser, alegría perfecta de cada músculo, articulación o nervio, y por todo lo que no era muerte, todo lo que había fuera de ardiente y exuberante, expresado en el movimiento, en el vuelo que se eleva bajo las estrellas y en la superficie de la materia inerte y sin vida.”
La ley de los más aptos
“… era despiadado; había aprendido bien la ley… nunca renunciaba a una ventaja, o se retraía ante un enemigo que él ya hubiese abocado por el camino de
La super-identidad
“Era mas viejo que su edad, tenía mas años que los que había respirado el aire del mundo. Enlazaba en sí el pasado y el presente, y, a través del él la eternidad palpitaba a sus espaldas con un ritmo potente, al que él se adecuaba, así como se adecuan las mareas y las estaciones.” “…era un perro […] pero detrás de él, estaban las sombras de todas las especies de perros que lo acosaban y lo azuzaban, saboreando la carne que comía, anhelando el agua que bebía, husmeando con él los ruidos de la vida salvaje del bosque, orientando sus humores, echándose a dormir con él cuando él se echaba, y soñando con él y más allá de él hasta convertirse ellos mismos en materia de sus sueños”
La moral es la decadencia
“Este primer robo demostró que Buck estaba en grado de sobrevivir en el ambiente hostil del Norte. Demostró su adaptabilidad, su capacidad de adecuarse a condiciones cambiantes sin la que se hubiera ido pronto al encuentro de un horrible final. Señaló además la decadencia, o el desmoronamiento, de su naturaleza moral, algo inútil y nocivo en la despiadada lucha por la existencia. Algo que podía ir bien en las tierras del Sur, donde rige la ley del amor y de la amistad, el respeto de la propiedad privada y de los sentimientos personales. Pero, en las tierras del Norte, donde rige la ley del colmillo y del garrote, cualquiera que se hubiese preocupado de cosas de este estilo era un loco, y si hubiera seguido dándoles importancia habría terminado mal.” “… la decidida regresión respecto a la civilización se reflejaba ahora en su capacidad de sustraerse a consideraciones de orden moral para salvar el pellejo. No robaba por el placer de robar, sino por las protestas de su estómago; ni lo hacía abiertamente, sino a escondidas y con astucia, por temor al garrote y al colmillo. En resumen, hacía lo que hacía porque hacerlo era más cómodo que no hacerlo”
Su deseo de sangre
“Su deseo de sangre se hizo mas fuerte que nunca. El era un exterminador, un depredador, que se alimentaba de criaturas vivas, solo y sin ayuda, en virtud de su fuerza y su valor, triunfando en un ambiente hostil, en el que sólo sobreviven los fuertes. Pero todo esto empezó a sentir un gran orgullo, que se contagiaba a su ser físico…” “…deseaba ardientemente una presa más grande y más terrible. … el adversario más espantoso que Buck pudiese desear”
Paciencia salvaje
“Hay una paciencia en la vida salvaje, algo de testarudo, incansable, persistente como la misma existencia, que mantiene inmóvil por horas y horas, hasta el infinito… la paciencia que despliega una vida cuando tiene que cazar otras vidas para alimentarse.” “…minando por fin la paciencia de las presas, cuya paciencia es menor que la de los depredadores.”
Jack London: Un Bisteck (cuento)
Fuente alternativa:Bookrags