La libertad no existe. La libertad no es posible. La libertad no es entendible.
Los tres pilares, de un solo polo; la libertad es una ilusión, una ilusión conceptualizada como verdadera.
La mentira de libertad debe ser destruida, el capital no nos libera sino que nos sujetamos a él (régimen), la propiedad privada no nos libera sino que nos sujetamos a ella, las relaciones personales no nos liberan sino que nos volvemos dependientes a ellas, los climas templados no nos liberan del calor ni del frío, sino que nos sujetan a ellos.
La búsqueda de placer es la constante; la sujeción de los individuos a los medios y cosas en si que brindan placer son las cosas y medios que nos esclavizan.
La muerte no nos libera de la vida, la vida no es una prisión ni la vida es para sufrir.
La búsqueda de placer es inmanente en todos los seres vivos. Porque el placer es el no sufrir. Y el sufrir es síntoma de mortalidad. Lo nuestro mortal ansía no sufrir.
La gente duerme cuando piensa en la libertad. Y estar despierto es saber que no somos libres.
La libertad es una palabra para comer mentes dormidas. Lo que usan los periodistas, los politicos y los intelectuales para controlar, para embelesar, para agradar, para endulzar, para atraer, para confundir, para hipnotizar, para simpatizar, para especular, para detener movimientos sociales, para repeler movimientos sociales, y quiero decir; para destruir a la rebeldía en nombre de la sagrada y desconocida libertad venidera. La libertad estandariza, normaliza y degrada a la libertad misma, de mayorías o de minorías. La libertad se contradice.
Porque la libertad siempre viene… siempre está por llegar, nunca llegó, siempre fue perfectible y hoy cuando más perfecta es todavía estamos buscando a la libertad. ¿Dónde está la libertad? Cuando la tenían, se escapaba, cuando la tenían se mudaba, cuando la tenían era otra cosa. Sin libertad el hombre sueña tenerla, y se consuela por conquistar cada día un poquito más de ella, aunque nunca la vio desnuda, entera y visible; la quiere, nuestra humanidad anhela a la libertad y está más enamorada de ella, que no existe hoy, que de si misma.
Apoyar al libre mercado o a la liberación sexual… tantas opciones de libertad; libertad de expresión política, ¡que no se contradiga! Dejar al racista o al xenófobo discriminar al inmigrante o dejarnos a cada uno en paz, ¿Qué paz es libertad y no esclavitud?
No hay libertad para el asesino, para el pedófilo (paidófilo), para el dictador o el libre pensador. ¿Qué libre pensador existe que no esté sujeto a sus ideas? Sujeto no es ser libre.
Es libre de “leyes físicas” y no es conocible por el humano. Igual pasa con los temas sociales.
Esto se llama; humanidad; i n g e n u i d a d.
¡Viva la anarquía!
Los anarquistas no podemos seguir siendo ingenuos.
Humanos; pero no imbéciles.