Caso Nisman; humor negro y
especulaciones conspirativas
Hace dos días Nisman, fiscal a cargo del caso AMIA,
dio el disparo de partida para la carrera presidencial del 2015, una carrera
sin tapujos, para jugar sucio en la que EEUU tampoco quiere quedar fuera.
Naturalmente,
en estas olimpiadas comunicacionales, el tiro ha dado de rebote en la cintura
(política) de Cristina Kirchner, quién
dificultosamente, envía a Timerman, Aníbal Fernández, y a Sergio Berni para
poner caras de gravedad y congoja protocolaria. Es Mauricio Macri quién sale beneficiado;
haciendo declaraciones, de “angustia, bronca e inseguridad” que trasladó a los
argentinos. Por detrás, no muy a su "izquierda", Margarita
Stolbizer oficia de paladín de justicia prometiendo "hacer algo desde su
posición de legisladora", y Sergio Massa a 30 km de distancia se pone
delante de los micrófonos con cara de recién despierto: "solo queremos
saber la verdad".
Hubo
incluso declaraciones, mucho más sustanciosas, de Jorge Altamira, un representante de la izquierda partidaria, que
deja hasta su celular en las redes sociales por si alguien lo quiere de
opinólogo gratuito. Y Binner, la izquierda de la derecha, que también sale a
"sospechar". Conspirólogos, estos dos, no descartan que fue una muerte
anunciada, necesitan afirmaciones fuertes para cautivar un poco más al editor
de noticias que elige mantenerlos algunos segundos más en el aire. Lanata
tampoco se esforzó mucho para sospechar; “solo sigo el sentido común de la
gente; es muy probable que no haya sido un suicidio”.
Habiendo
una muerte de tal gravedad, todo el aparato "informativo" se ha
puesto a trabajar; no es un
reloj suizo, y tampoco una máquina de chorizos, es digamos; una fábrica de
pastas, largas tiras de masa informativa, los datos que se consumen como
hidratos de carbono para saciar rápidamente el apetito de información: todos
estamos con un exceso de información y lo más predecible: muy mal nutridos. Cuando
Nisman compartió una foto de los papeles de su denuncia contra CFK vía twitter
con el vice presidente de la DAIA (de AMIA), él no tenía ningún interés que
esta sea parte de las evidencias que integran el caso de su muerte; que dicho
sea de paso para Aníbal Fernández es un claro caso de suicidio: "un tipo
que está solo en su casa, impenetrable y muy segura, decide encerrarse y
aparece muerto con un disparo de un arma que está en su mano
inerte".
Este
policial negro se agrava a cada rato, se descubre que Sergio Berni estaba
presente
instantes después de que la madre de Nisman descubre el cuerpo. Y que Berni
entró a la escena del, potencial, crimen para hacer "quien sabe que"
por lo que mañana deberá informar a los diputados ya citado para tal efecto.
Además la cantidad de pólvora es de 2.10^-9 gramos, lo que según palabras del
propio Berni es "poco" para un arma calibre 22, luego del escaneo
electrónico, entonces ¿hubo algo en medio de arma, la mano y la cabeza que
impidió que la pólvora se impregnase como "debería haber sido en un caso
normal"?.
La clara
asociación es para preguntar ¿Es posible que el arma se hubiera disparado en un
tiempo y espacio distinto en el que luego fue vista (en la mano)?. Las preguntas solo hieren la cintura política de
Cristina Kirchner, esta que estuvo tan hábilmente esquivando las acusaciones de
violentar la libertad del poder judicial[1]
Las especulaciones
sobre el asunto van hasta lo más novelesco; Un día antes debía reafirmar y mostrar evidencias de su denuncia contra
la Presidenta; Nisman preso de la desesperación antes de hacer semejante paso
en la cámara de diputados decidió matarse dejando una investigación de más de 10
años nuevamente truncada. ¿Será esta la versión más real? El problema es
¿Decidió matarse para evitar el ridículo? ¿O las presiones políticas o mafiosas
del poder de turno? O peor aún; tratándose de terroristas Iraníes que son según
la denuncia; "indultados por la mandataria del poder ejecutivo"
¿Eligió suicidarse para evitar represalias contra él o su familia?
Lo que tenemos claro es que Cristina no va a
suicidarse por una bomba que explotó mientras
ella era senadora y su jefe (San Menem) había salido airoso de todas las
acusaciones[2],
no sé si porque no tenga "nada que ver con el caso Nisman" pero
seguramente porque aún tiene 70 millones de dólares declarados por los cuales
vivir la vida. En cambio Nisman, que vivía en puerto madero, bajo vigilancia
especial privada y de prefectura naval prefirió suicidarse por la cruda
necesidad de abandonar la pajarera de su hogar, siempre con “miedo de ser
víctima”.
Otra teoría es que Nisman fue ejecutado, no por sicarios del mundo "árabe", ni
por la "mano legal del gobierno", sino que fue la misma oposición que
facilitó esta abrupta salida del tablero, sacrificando una pieza medianamente
valiosa viva, para tener un símbolo de martirio; como ustedes saben; los
muertos gozan de ciertas inmunidades; y un mártir más que más; símbolo de la
"resistencia contra la dictadura K" ¿quién va a tener el mal gusto de
revivir los defectos de un mártir? La gente necesita creer que Nisman era un
excelente profesional y eso implica más excelente persona; amaba a su hijo como
el mejor padre y su suicidio es el acto más contradictorio e inmoral para un
padre heroico que protege a su argentina como a su hijo indefenso.
Ahora el “pueblo” está huérfano de Nisman, ¿Quién velará por nuestra justicia?
No puedo dejar de escribirles que he recibido un
susto al ver a la clase media percibir
lo de Nisman como "martirio", salieron a la calle a golpear las
vallas de la casa rosada. ¿Es esto un acto golpista? ¿Es una situación
desestabilizadora? ¿O es solamente un espasmo social de quienes aún creen en
valores eternamente elevados, fuera de lo que este gobierno podrá aspirar jamás
(la justicia)?
Instantáneamente el sarcasmo habrá hecho mandar mensajes
de texto a los amigos kirchneristas: "La yegua mató a Nisman, TODOS A LA
ROSADA!!", a lo que gente con pancartas de “Je suis Nisman” se apersonó.
"El tipo que iba a denunciar a Cristina se pega un tiro porque "ella lo mató"". Es claro como la lógica del razonamiento llega a conclusiones tan anti deductivas pero extremadamente intuitivas. Es la magia del creer o reventar, es la sensualidad del detalle escabroso que nos alimenta esa posibilidad: decenas de periodistas apuntan su micrófono a la boca de la ex mujer (hacía ya 2 años, dato importantísimo) y esta "dice" (¿dijo?) que "yo había hablado con él y no estaba mal". "Ella lo veía bien", entonces los espectadores que escuchan este relato de los conductores del programa (pero que jamás lo escuchan de su boca que solo dice: "no hay que adelantarse, que la justicia investigue") sienten aguijonado su sentido común (representado por Aníbal Fernández y su "claro caso de suicidio"), ¿Si estaba bien, porque se suicidó?
Tenemos la gratitud de que las preguntas pueden ser respondidas una a una por serios hombres, periodistas en su mayoría, que en sus ratos de trabajo ordinario se dedican a la columna de espectáculos, cubriendo las “idas y vueltas del clan Maradona”. Es por esto que el gobierno de EEUU desconfió de nuestra sagacidad para entorpecer la llegada de la verdad y decidió esclarecer el asunto, o al menos encubrir todos los asuntos que oscurezcan al asunto... ¿se entiende? Con el FBI ayudando a nuestra policía incompetente seguro hallaremos la verdad. Esta confianza radica en él prestigio técnico investigativo los hace merecedores de un record, nada envidiable, de deficiencias de inteligencia en seguridad nacional; como la exitosa intervención en el caso José Luis Cabezas del cual ni noticias de sospechosos.[3]
En esto de entorpecer la verdad hay una amargura
latente en la profesión de periodista; que se da cuando casos como este que
conmocionan los fundamentos sociales; la
esperanza de justicia está en jaque pero también el rating: amarga ver a estos
seres vender humo, hablar sin saber (yo tengo licencia por ser un nadie)
impregnando de la duda "del próximo capítulo". Hay que hacer conocer
pero para enganchar hace falta emocionar al público: Fue buena estrategia la de
Macri y Massa en "llamar a la calma y ver qué pasa". La gente salió a
manifestarse, porque cuando las cosas están calentándose, si alguien pide
"calma" todos entran en pánico. Decir "calmémonos" es
asumir "estamos en crisis" y la gente se pone muy sensible, es por
eso que el periodista al jugar con estos demonios internos de la humanidad se
amarga.
Los periodistas deben elegir bien; entre el
alarmismo y la sobriedad. Son
ellos los que deben hilar noticias para que tengan sentido, para que la gente
tenga "algo para opinar", ni muy descabellado ni obvio; suspicacias
que añaden al escenario de carrera presidencial pinceladas decisivas de lo que
será este 2015, evidentemente un año donde esquivar culpas (y ensuciar
gratuitamente al adversario) como nunca antes; se necesita voluble la opinión
pública; se necesitan votantes emocionales y por eso los medios están
produciendo esta novela de caracteres del mejor policial refrito, con un
conflicto internacional de por medio que caldea las aguas; EEUU quiere atacar a
Irán, ya se comió a Afganistán, Irak, y le falta llegar a Rusia y China, es por
eso que si pudiera darle una ayudita el caso AMIA para entrar a Iran con la
excusa de poner límites a los terroristas entonces ... ¿quién dice que a
EEUU no le conviene que Nisman haya sido atacado por alguna célula o sicario
del grupo Isis? CHAN!
[1] Con el caso donde un fiscal mandó a investigar sus
hoteles donde ella tiene acciones y como "represalia" este fiscal fue
condenado en juicio “popular(K)” a "fiscal buitre".
[2]
Inclusive de la venta de armas de forma
ilegal, y desvinculado de la voladura del polvorín.
[3] Esto me recuerda al 2001, cuando un economista
extranjero, premio nobel, ofreció su ayuda gratuita para administrar al país...
saben que tenemos debilidad por lo extranjero.