5 ago 2008

GEORGES ORWEL: 1984 ¿Porqué tiene un fin tan trágico o desesperanzador?

La primera hipótesis es que el autor quiso para su novela un final de abismal desesperanza para el lector y que implicaba el peor fin y la máxima tortura para Smit el narrador y personaje principal. Solo por concluir una novela a su gusto sin dar explicaciones.

Otra variable de esta es que haya sido capturado porque era lo esperado de una sociedad controladora y con una tecnología superior a la actual para la sujeción de los cuerpos. Así los rebeldes no tienen lugar en la metrópolis, y solo hay libertad para, los contradictoriamente denominados libres, proletarios pobres, hundidos en la marginalidad. (Recuérdese que los miembros del partido como el personaje principal y la mujer que le acompaña en su intento de rebelarse son mucho mas controlados que los proletarios que poco y nada estaban inmiscuidos en la política. Inclusive los miembros del partido tenían un control de la natalidad, de sus pensamientos, de la sexualidad y de la vestimenta como de los barrios que podían recurrir, en cambio los proletarios eran como cerdos en los confines de la sociedad que podían revolcarse en tanto fango como quisieran sin ser extremadamente controlados (mas que por su condición de ignorantes)).

Pero finalmente se me ocurrió la verdadera posibilidad de porqué el final es tan dramático. Y es porque Georges Orwel encubiertamente quiere decirnos que los lideres, los políticos, los economistas, todos aquellos que rodean o son parte de la esfera de los poderosos son inevitablemente nuestros enemigos, los que más nos controlan con el disfraz de aliados, amigos, colegas o tutotes.

Georges Orwel no quería que nadie deje en manos de intelectuales ni de los que forman parte de las burocracias, los gobiernos o las empresas capitalistas o autoritarias el futuro de la libertad misma, la libertad en si. Orwel mata a su personaje porque descree de su capacidad de liberarse de la perversión de su clase; la perversión de creer en otro, la debilidad de ansiar intelectuales, libros o libertadores que le ayuden… Smit no solo muere porque su vida ya no tenía sentido; recluido a sus ideas, completamente identificado y vigilado, descubierto, traicionado y torturado, tampoco muere porque la sociedad lo matase, el poder lo tenga atrapado por el cuello, sino por su propia iniciativa; el muere porque su fe, su creencia en algo o alguien superior, y por eso creer en su inferioridad, no le permitieron en ningún momento atentar contra el Gran Hermano. Nunca pudo tomar la decisión de hacer explotar todo por los aires y al contrario se detuvo a pensar… al menos el suicidio habría sido mucho más feliz que su incompetencia.

2 comentarios:

sergioH dijo...

Me parece que es una mezcla de tus dos últimos análisis. La maquinaria del poder del superestado de Oceanía funciona perfectamente, un individuo avispado es como un evento fugaz y predicho. Creo que el éxito de la máquina opresiva se debe a la claudicación del individuo, ya sea por obediencia, represión o ignorancia-marginación (proles). Por eso creo que Orwell es pesimista y creo que no la pifió. El suicidio no es más loable para mí, no es un medio lícito contra el absurdo de la existencia. Una humorada, fantochada o quiebre de la monotonía totalitaria hubiera sido un comienzo.

Leí pocas cosas en tu blog, pero me pareció refrescante y visceral, trataré de leerte un poco más. ¡Muy buenas fotos! Un abrazo.

Facundo r dijo...

gracias.

Yo comentaba que el suicidio sería un final más feliz, que daría menos pena que morir por un tiro en la nuca, en uno de los pasillos de "el ministerio del amor" (creo que era ese el edificio donde estaba siendo interrogado).

El suicidio es al final de cuentas una decisión tomada por uno mismo. Y Smith murió y vivió por las decisiones que otros le indujeron o le obligaron a tomar. Por tanto siquiera era dueño de cuando quitarse la propia vida. Y eso me da la mayor cantidad de pena.

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