Hábitat de pederastas, ambiente que poluciona la perversidad sexual logrando internalizar conductas depravadas y sádicas en personas comunes, internos de un reformatorio, instituto de menores o cárcel.
Bajar la edad de imputabilidad:
Una reforma penal; que inclina la balanza de la injusticia siempre un poco más del lado de los poderosos. Para un mundo que obliga a nuestra sociedad segregar y marginar, hacinando a los jóvenes de las generaciones de pobres estructurales venideras es bajar la imputabilidad a los 14 años una facilidad tácita.
Sepamos que la población civil hace mucho dejó de practicar el ejercicio de poder ciudadano. Hundida en la pasividad política, en el conformismo.
No hablo a ustedes como anarquista sino como un ciudadano disconforme, un liberal enojado, que quiere que todos retomemos aquellas pequeñas libertades que hemos dejado de practicar.
Hemos sido pensados por nuestros gobernantes para cumplir ciertas normas igual que los presos, en una sociedad de “premios y castigos” donde exitosos son premiados y aquellos que no aceptan su condición de inferioridad de capacidades son escondidos en villas miseria y otros tantos guardados en las cárceles. Dejo por sobre entendido que la mayoría de las personas libres no se inmiscuyen en estos temas escabrosos, como el de encerrar perpetuamente a un ser humano en condiciones denigrantes donde los compañeros de celda o pabellón lo violan, lo flagelan, y hasta lo utilizan de arma contra otro reo. Sino todo lo contrario, doy por sentado que en este mundo donde lo trivial de la moda y los aspectos de lo bello de la vida gobiernan el interés general enterrando las miserias de la misma sociedad que auspicia “la buena vida tomando una coca-cola bien fría”.
Las cárceles NO VAN MÁS:
La propuesta de reformar los reformatorios o (deformatorios), dista de ser una solución.
Equiparlos con modernas instalaciones de seguridad para el control de los reos tanto dentro como fuera, en sus libertades condicionales, y sumarle a eso un personal carcelero idóneo para la tarea de riesgo que no castigue a mansalva a nuestros presos no es la solución de base. Como aclara Elías Neuman en su libro “El problema sexual en las cárceles” el fin de nuestra sociedad no es reformar las cárceles sino llevarlas a su fin: Hacerlas desaparecer; Y no lo contrario, que es un error, construir más cárceles y reformatorios, abarrotarlos y generar leyes que imputen a menores más menores.
El “Caballito de batalla de los ricos de San Isidro”:
Roberto Centeno, el gendarme asesinado, es ahora mismo el caballo de batalla de los que viven en la zona de conflicto SAN ISIDRO. Paradójicamente lo más útil para que opiniones retrogradas, criminalizantes, propias de una sociedad disciplinaria a lo Foucault, sean nuevamente escuchadas es un muerto, un hombre de “ley” asesinado. Pués, el dicho “el único policía bueno es el policía muerto” es falso aquí, dado que esta muerte sirve para movilizar a este sector bien posicionado económicamente que hace escuchar su voz, su queja y que pone en peligro la salud física e intelectual de los niños marginales de esta sociedad, específicamente de
Gracias al hecho de la movilización de vecinos reaccionarios que desean mantener el contraste económico en la zona el “ministro de justicia” Aníbal Fernández mantendrá 5 de los 10 puestos de gendarmería que rodeaban a
Un poco de teoría Marxista:
El sistema capitalista ha creado esta reserva de pobres, las villas miseria o los Guetos de Miseria, y ahora cuando la situación se enturbia, y el caldo de cultivo hace implosión hacia barrios lindantes a las villas de emergencia, toda la violencia social mamada desde el primer día de vida vuelve en forma de delincuencia contra el sistema capitalista. Y este reprime bien fuerte, uniforma y otorga armas a civiles convirtiéndolos en otros asesinos, criminaliza la protesta social reprimiéndolas y no evita que se regeneren estas camadas de excluidos, dado que en realidad la delincuencia no ataca al sistema capitalista, sino refuerza sus premisas de una “condición humana” que debe ser controlada y guardada en cárceles donde van a ser violados, golpeados, llenados de traumas, separados de sus seres queridos y aislándolos de la posibilidad de encontrar alguna vez el afecto de una familia que los quiera en la edad más importante de la vida. Aunque sean niños que siquiera saben porqué lo hicieron hoy en día ya están siendo vejados e introducidos al mundo de la delincuencia donde rara vez hay vuelta atrás, en esta sociedad. Expliquemosle a ellos porqué han nacido en un lugar donde no hay cañerias, donde los delincuentes hallan sus escondites y muchas veces mantienen amenazadas a las familias de pobres laburantes, ¿Porqué han nacido entre la droga y la discriminación de un mundo que los mira como anormales y peligrosos?
Otro tema de presos:
Otro tema que agradezco a Neuman que lo haya planteado así difunde la triste realidad, es que no solo se priva al preso de su libertad, el preso es privado de ver a sus seres amados y de la dignidad que necesita su humanidad para existir. El derecho a la dignidad parece ser algo metafísico, ininteligible, o hasta cosmogónico y se pierde en la memoria del reo que fue vejado por la institución reiteradas veces. También sus seres queridos son privados de quién ahora es un legajo más de la cárcel, los padres, los tíos, los amigos, las amigas, las parejas, los hijos… todos pierden a su ser querido.
Meter preso a alguien no es un juego, sino una responsabilidad que el Estado argentino se ha quitado de encima y que juntos, debemos evitar caiga en el olvido. Al igual que la situación social que llevó a nuestros con ciudadanos a delinquir, y resolver la pobreza, el desempleo, y otros temas del medio social que no se resuelven con gatillo fácil ni mano dura, sino con políticas sociales desde abajo hacia arriba, y ojala no exista arriba en esa sociedad en que como Elías yo anhelo no existan más las cárceles.
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Bobbio, Zaffaroni, Argibay entre otros declaran que bajar la edad de imputabilidad es una locura, solo viable en una sociedad sin los conocimientos técnicos para avalar una verdadera salida para este problema de la delincuencia juvenil.
Cita: “Los profesores del Departamento de Derecho Penal de
http://www.clarin.com/diario/2002/08/07/s-03202.htm
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La jueza Argibay declara que: "Tampoco es solución decir: ´Vamos a cerrar los institutos de menores´, porque, ¿dónde los vamos a poner? ¿Los vamos a poner en la calle otra vez?, se preguntó.”
Deconstruido dice: Está establecido es las mentes de los funcionarios (al sistema), hablando de esta Jueza que los chicos son COSAS que se introducen en instituciones disciplinarias como podríamos introducir una herramienta en una caja de herramientas.
Evidentemente hablamos de seres humanos que son tratados como ganado camino al frigorífico.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1064038
Por último vi una nota hecha en el canal Todo Noticias (TN) donde se lo entrevistó telefónicamente a Elías Neuman, criminólogo que defiende los derechos civiles de los internos de las cárceles, en este caso la periodista de turno no dejó hablar a Neuman y a mantener una férrea postura de bajar la inimputabilidad, de encerrar a los jóvenes entrando en contradicción con lo celebrado en la convención de los Derechos del Niño que proponían que debe haber un medio adecuado de recreación y de esparcimiento, como la compañía de sus padres que los críen y no los violenten, obviamente imposible recrear dichas condiciones en un ambiente hostil como los correccionales de menores; perfectas cárceles aislados del mundo, resociablizándolos (des sociabilizándolos) para convertirlos en delincuentes de profesión o en el peor de los casos personas anómicas que solo buscan satisfacer sus deseos más viscerales e instintivos sin respeto por los demás individuos.
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