18 may 2012

Última carta de Friedrich


antes de morirme he querido escribir un libro donde depositar mis anhelos y ser libre en el intento.
Estoy atrapado en i impericia para desenvolverme en el mundo, con ganas de morir mirando con orgullo a quienes me brindaron todo para lo que estaban preparados. Mientras que yo, por no estar preparado para nada deseo morir con el orgullo en mi rostro, avisando en mi despedida que no había otra forma de solucionar mi vida y mantener mi humanidad en los albores de la perfección.
Hoy muero como un mártir pero antes entrego estas líneas a los locos sucesores de la hija y hermana que tengo.

Habían tres chanchitos con una empresa, uno se llamaba judas, otro era borroso como una mancha y el que queda era otro perdedor. Al final judas traiciona al pueblo dándoles al borroso y al otro perdedor para ser devorado. Así la fabrica de ladrillos se salva y el pueblo comerá por decenas de años, la basura del chanchito cruel.

Me gustaría en poco decir lo mucho que siento.

Un perro ladro a un águila, un gato oyó, miró, vio y se escondió. Las palomas también y un fotógrafo siguió durmiendo a kilómetros de la situación.
La comida caliente es mas interesante, si en las vénulas puja un ritmo cardíaco acariciando la lengua, se agigantan las pupilas y las mandíbulas se traban para constreñir la vida y su fuerza. No es lindo ver que te comen mientras te despabilas ¡Que sueño! Y el águila picoteó otro poco de mejilla.

La pila de ropa limpia es pena, y yo desespero.
La silla de terciopelo es pena y yo caí al suelo.

No es normal ver en el sol una gran naranja húmeda y saborear su acidez dulce con los ojos que arden ni es normal babearse por la imagen que a la piel le hace supurar tamaño sudor. El sudor es agua y la tierra es mi cuerpo, mi cansancio es la raíz y mi alegría la flor.

Usted goza de buena salud, solo vea como rechinan sus dientes.
-,,,
Leo en sus gestos paciencia y tranquilidad. (Ruido de gemidos apagados por mordaza)
No coma su contrato laboral o formará otro de todas maneras.

En nuestro grupo de amigos tomamos las decisiones alternándonos, un amigo es en mi grupo una persona fuerte, si le despojara de su inteligencia no será mi amigo pero si le despojo de sus piernas y brazos, entonces no sería nada y un estorbo.
No es la inteligencia lo que predomina, sino es la movilidad, la capacidad de ser compañía, si fuese un fantasma, aunque torpe me gustaría, por eso las radios emiten a idiotas que son ampliamente aceptados y por eso nadie fue ni será jamás amigo del oráculo de Delfos (postrado en una torre inmóvil).

Se equivocan esos que me tienen atado a esta cama, la vida es contraria a la muerte pero la muerte es noble porque es justa e indiscutible, la vida es sufrimiento y la vida los hizo a ellos para detener mi libre muerte.
Por suerte la muerte nos llega a todos y así termina todo reino para dar lugar a la más real libertad, la muerte total (redundancia),, mi amiga es poderosa y sola puede con esta multitud de débiles.

Ustedes se equivocan, yo no añoro el fin de la vida, sino la vuelta de la muerte, sin muerte la vida no sería tan grandiosa. La vida es conflicto, es poder, es por eso injusta y distinta, su belleza es el cambio y el contraste con una estética mundana. La verdadera economía sería que todos muramos para acumular más energía, y allí la muerte nos ennoblece.
Otros me dicen que la muerte no es sino la ausencia de vida, entonces ausentemos a esta brutal y miserable vida con la plenitud del no ser.

Mi notario escribe rápido, le pedí que anote en adelante hasta que me pongan la mordaza, y que luego él relate mi vida enajenado por la electricidad, y las drogas. Siempre escuche estos pasos venir y esta vez los oigo realmente, detrás de la puerta caminan los empleados y de ellos viene uno destinado a acallarme por última vez, luego abandonará el cuerpo, en parte, voy a ser un niño o un vegetal, y así moriré en reclusión en un cuerpo que ya no me pertenece, hilando baba y haciéndome encima hasta el día que llegue mi amiga.
 No tengo miedo, hablo por hablar, creo no olvidarme de nada, toda mi vida esperé morir, solo que no sabía si por completo o por etapas. Hay una profunda compasión en mi, nadie es culpable ni responsable, el sol como lo conozco se esconderá en el horizonte, hecho un niño quizás lo entienda o quizás sea mi último sol de atardecer.
Desearía morir, pero a vida siempre fue autoritaria, nunca pude elegir ni cuando respirar, ni sentir frío ni enamorarme.
El notario es a sueldo, ya vienen, recuerda que no estoy aquí por incomprendido, sino porque nadie me debe comprender.

110-3seg
120-3seg.
170-6seg.


Mi amor sabe que quería, quería verle muerto al fin, me arrepiento de no cambiar los números a algo mas elevado, El maestro se fue, aun amo su rostro que emana una paz, es la paz de no saber, de olvidar, es la paz de su muerte cerebral.
Adiós Friedrich.

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