El principe y el mendigo: Mark Twain

Bastante cruel para ser para chicos porque dudo que las imagenes de las dos mujeres quemadas vivas en la hoguera mientras sus hijas ya huerfanas lloraban su muerte en la carcel no es para divertirse con felicidad, ni los latigazos que hacían que la espalda del amigo del ya rey se reviente hasta que los pedazos de carne saltaran por el látigo enemigo... o la violencia cotidiana de la pobreza, la segregación que sufrió el rey por portar harapos mal olientes ... por considerarlo loco y atosigarlo intentando matarlo 2 veces... o por las golpizas que le propinaron entre capturas raiz que su padre postizo le tomaba por rehen. O la hipocrecía que sufría el mendigo dentro del palacio, la prisión de oro que lo atormentaba cada día... el peso de la culpa por expropiar el trono y hasta la sin verguenza apropiarselo sin meditar lo grave que sería para él presentarse públicamente como el rey.