Psicoanalisis de la Prostitución (1964) (Fragmentos) Maryse Choisy

Libro: Psicoanalisis de la prostitución, autor: maryse choisy, editorial: HORME/PSICOLOGIA DE HOY.

"La proyección que nuestra civilización ha hecho sobre el dinero lleva agua al mismo molino. La prostituta que le saca dinero al hombre lo está castrando. Siendo el dinero en la sociedad capitalista el símbolo del poder viril, toda meretriz desempeña el papel de Dalila.
Al mismo tiempo, el hombre que paga para usar a su antojo de un cuerpo hermoso, con licencia legal para ensuciarlo, trata a las mujeres como una mercancía. Les niega la posesión de un alma, Mujeres y dinero son intercambiables. El las "cosifica"."
pag. 80.

"[...] Tanto en biología como en psicología no hay concepto más oscuro que el de instinto. Al abordar este tema, Freud se interna en el reino de la metafísica.
[...] ¿Encontramos alguna vez a un bebedor que se sienta impulsado a ir a otro país donde el vino es más caro o donde está prohibido el consumo de alcohol, para estimular con estos obstáculos el menguante placer que le causa? Nada de eso. Si atendemos a lo que nos dicen los grandes aficionados al alcohol acerca de su actitud hacia el vino, por ejemplo, obtenemos la impresión de la más perfecta armonía de un modelo de matrimonio feliz. ¿Por qué es tan distinta la relación del amante con su objeto sexual?
La conclusión de Freud es, como siempre, pesimista. "tenemos que considerar la posibilidad de que algo en la misma naturaleza del instinto sexual sea desfavorable a la consecución de una gratificación absoluta."
Es por eso que, después de haber establecido que el artista y los logros culturales de la humanidad se debían a la sublimación sexual, se preguntó, con su típica mordacidad: "Qué motivo podría inducir al hombre a dedicar su energía sexual a otros usos, si mediante cualquier administración de ella pudiera obtener un placer plenamente gratificante? Nunca se apartaría de este placer, y no haría ningún progreso ulterior." ".
pag 81-83.

"[...] Cuando los sacerdotes las expulsaron del templo, pervirtieron totalmente el significado sagrado de la sexualidad femenina. Las tribus errantes que se establecieron en Asia Menor, donde el culto de la Magna Mater habia sido muy importante, hicieron un gran esfuero por reaccionar contra el matriarcado. En la Biblia se estipula que la mujer, siendo impura durante la menstruación y después del parto, no puede en tales circunstancias aproximarse a lugares sagrados, ni tener contacto sexual con su esposo, antes de tomar un baño ritual. El epíteto impura es en sí mismo una formación reactiva.
Todos los arqueólogos concuerdan ahora en que el primer monoteísmo fue femenino. El primer dios absoluto y único fue una diosa. Al principio los eruditos vacilaron. Las ideas simples son por lo general falsas. Pareció increible que en todas partes, desde Japón a España, fuera adorada la misma Magna Mater, que en los tiempos protohistóricos toda Eurasia hubiera adorado a una sola deidad. Los especialistas que habían estudiado las poblaciones egeas, sumerias y dravidianas, y que habían visto a la imagen de aquélla en toda Europa y Asia, todavía tenían temor de saltar a las conclusiones. Pero los hechos era abrumadores.
"El culto de la Gran Madre fue otrora la religión universal", escribe Gert Von Natzmer. "Durante el milenio que precedió al período histórico, durante todos los siglos de la protohistoria, esta religión, que se extendía entre la India del Norte y las costas del mar Mediterráneo, tenía en todas partes el mismo sistema de símbolos".
Pag 91-92.

No se puede reconocer el rostro de la Magna Mater en Ceres, con su corona de espigas, ni en la voluptuosa Afrodita. En las cerámicas y piedras en las que está grabada su imagen, tiene una ancha pelvis, gruesas caderas, cintura estrecha, bellas piernas delgadas y una cabeza extraordinariamente pequeña. Se sostiene actualmente que una cabeza pequeña es signo de un grado superior de desarrollo humano. E. Beothy, que ha escrito un interesante libro acerca de la cifra dorada, da las siguientes proporciones para la cabeza: embrión, 1-1 ó 1-2; recién nacido, 2-5; niño, 2-6; adulto, 3-7; superhombre, 3-9.
En esto reproduce los estudios de Ghyka.
[...] en un semidesierto cercano al Indo, llamado Mohenjo-Daro (que significa "colina de los muertos"), los arqueólogos descubrieron, entre las dos guerras mundiales, los restos de una civilización muy alta que trastornó todas las teorías anteriores sobre los indo-arios. Las excavaciones de Mohenjo-Daro demostraron con certeza que allí había existido otrora una civilización aborigen altamente desarrollada. Los invasores indo-europeos no habían sido los portadores de la cultura, sino destructivos bárbaros. En ambos, es evidente que la Magna Mater era honrada por razas sumamente cultas.".
Pag 94-95.

"[...] en su época [Freud] solo disponía de las obras de Darwin y de Frazer. Ni las excavaciones de Mohenjo-Daro ni los hallazgos micénicos estaban a su alacance. En cuanto a Bachofen, no se lo tomaba seriamente. ¿Cómo entonces podía haber adivinado Freud que la horda no era una estructura primitiva sino una reacción, y que su anterioridad al culto del Padre había existido en grupos ya muy civilizados, desde España a Japón, el culto de la Madre?"
(Orda=reacción / Orda=no estructura)
Pag 97.

"[...] Para el inconsciente tomar el lugar de otra persona significa matarla."
"Todas las introducciones en el cuerpo de una ballena (Jonás, Moby Dick), un tigre, un lobo, son exploraciones del seno de la Gran Madre Tierra."
"En la segunda serie de ejemplos que da Mircea Eliade, el regressus ad uterum entraña el riesgo de ser desgarrado en pedazos en las fauces del monstruo, esto es, de ser devorado por la vagina dentada de la Madre Tierra. Lo que está en juego en este descenso al Infierno es la lucha contra la muerte. [...] Fue debido a que el héroe polinesio Mani no logró salir vivo de la gran Madre que la humanidad no obtuvo la inmortalidad".
Este tema del seno materno como otorgador y destructor de la vida al mismo tiempo, se encuentra en las más altas civilizaciones. Por ejemplo, esta fórmula explica el objetivo de la técnica taoísta: "Es solamente volviendo al origen como se elimina la vejez y se logra nuevamente el estado de feto".
pag 102.

"Del mismo modo que el becerro del oro, la serpiente de la Biblia representa al culto "Pagano de la Gran Diosa, que el patriarcado judío tenía que expulsar del Asia menor [...]
Los teólogos quizá nos digan que la serpiente es Satanás. El Génesis puede llegar a conceder, con ese matiz de sospecha que muestra el hombre respecto a la inteligencia de la mujer: "La serpiente era más astuta que toda otra bestia del campo creada por el Señor". No puedo dejar de pensar que la serpiente pertenece al mismo sexo que Eva. Chismorrean como dos viejas compinches sobre las novedades del día. ¿No es de una manera que los hombres llaman verdaderamente femenina como la serpiente dice una mentira para provocar una confesión?"
pag 115.

"En aquellas zonas del Asia Menor donde la Magna Mater tenía el mayor número de devotos nacieron las tres religiones más misóginas del mundo. En la sinagoga judía, se ubica a las mujeres en una cámara diferente, lejos de la Sagrada Torah. Apenas pueden seguir las plegarias, que cantan sólos hombres. En la Iglesia Católica, un pecador que viene directamente del burdel o de cometer un asalto, puede subir al altar, ayudar al sacerdote a decir la Misa, manipular los vasos sagrados y el lienzo sagrado. Una mujer, por casta, virtuosa y buena que sea, no puede hacer nada parecido. En ningún caso debe tocar los objetos sagrados. Recientemente, el Papa, dirigiéndose a una asociación internacional, dijo que la Iglesia Romana no hacía ninguna discriminación de razas, naciones, clases sociales o educación. Pero permaneció en silencio respecto a la discriminación sexual. Un Sínodo bizantino y un teólogo musulmán se interrogaron acerca de si la mujer tiene alma.
[...] En relación con el tabú contra las mujeres, los judíos, cristianos y mahometanos nunca han disputado. El famoso dicho: "Kinder, Küche, Kirche", parece ser un mecanismo de defensa.
Pag. 120

"Tan pronto como intentamos aislar el fenómeno de la femineidad en la actualidad, nos vemos frente a esta paradoja. La humanidad, compusta de hombres y mujeres juzga todas las cosas de acuerdo con las normas masculinas solamente. Si una mujer piensa, obedeces a las reglas de pensamiento preferidas por los hombres. [...] los conquistadores nómadas impusieron un duro universo de metal, técnica y lógica bi-dimensional. Aún la definición de femineidad es una definición masculina. Cuanto más femenina se cree una mujer, menos femenina es.
Es falso decir que la mujer ha obtenido su emancipación en el siglo XX, solamente porque vota y tiene, como el hombre, el derecho de "ganarse el pan con el sudor de su frente", mientras que la Biblia la condenó a "tener hijos con dolor". En realidad, estamos pasando por el período más masculino que haya existido, considerando que el imperialismo masculino ha invadido las cabzas de las mujeres hasta el punto de que ellas mismas se han hecho semejantes a los hombres. Se mide el triunfo por el número de imitadores. Las mujeres han reprimido tan profundamente su femineidad que ni siquiera notan que están viviendo en una verdadera falocracia.
[...] El sexo gazmoño es el sexo masculino. ¿Es un accidente que la palabra "virtud", que deriva del latín "vir", signifique coraje cuando se la aplica a los hombres y represión sexual cuando se la aplica a las mujeres?[...]".
Pag 123-125.

"[...] Ahora se rinde a la voluntady al ritmo de otra criatura. El amante renuncia a ser él mismo para convertirse en el otro amado, en un movimiento que los sobrepasa a ambos [...]
La entrega erótica es el regreso a la básica unidad del ser, donde todo valor individual es abolido, donde todo dualismo con el cosmos desaparece. Es en el nivel somático la exacta analogía del viejo mito hindú.
Un alma golpea las puertas del Paraíso.
-¿Quién eres?
-Soy yo.
-Vete -contesta Dios-, aquí no hay lugar para ti y yo.
Mil años más tarde, la misma alma implora una vez más su admisión en la puerta del Paraíso, y nuevamente Dios le pregunta:
-¿Quién eres?
-Eres tú -contesta el alma.
-Entra - dice Dios.
La sumisión erótica se parece a la sumisión mística. [...]".
Pag 129-130.


Como lo expresa J.G Bennett: "El compañero sexual ocupa una posición intermedia en cuanto puede ser instrumento del mundo inferior, pero también un medio de exaltar al hombre al mundo verdaderamente humano en el cual no existe la separación"
[...]
Durante el acto sexual con una mujer que ha tenido muchos amantes, un hombre siempre comparte de alguna manera las fuerzas y el destino de sus predecesores. Esa creencia está tan arraigada en nuestro inconsciente, que todavía hoy se esconde tras el nterés que muestran los hombres por su mujer que ha sido la amante de un político poderoso o de un artista famoso. Cuando cmenzaron los motines en el ex-Congo Belga, los negros no violaron hermosas muchcahas o jóvenes vírgenes blancas, como podríamos haber pensado ligeramente. Prefirieron mujeres comune, de cuarenta años, que eran esposas de ex-altos funcionarios a quienes habian temido antes del día de la independencia. ¿No constituye ese acto sexual la incorporación edípica del mana del padre-jefe, que tanto desearon robar en el útero de la madre?
[...]
La relación entre hombre y mujeres es en reliadad una lucha de fuerzas, que tiene por resultado el surgimiento de un vencedor y de un vencido. Por lo tanto, parece poco justificada la opinión de que importa poco que uno tome el placer sexual allí donde lo encuentre."
Pag 142-144.

"La graciosa historia del misionero y el león ilustra esta moralidad de la letra. Un misionero camina tranquilamente por la jungla. Un león rugiente salta hacia él. Es un león hambriento, de aspecto ferz, querens quem desuret. El misionero se asusta mucho. No ve modo de escapar. Comienza a rezar: "¡Oh, Señor! ¡Haz un milagro! ¡Oh, Señor! ¡Otorga a ese león una moral cristiana!"
Y he aquí que se produce el milagro. El león se arrodilla sobre sus piernas traseras. Cruza sus garras con devoción. Cierra sus ojos piadosamente y murmura: "¡Oh señor! ¡Bendice el sagrado alimento que voy a comer!"
Pag 150-151.

"Los autores espirituales han sido a menudo cáusticaos respecto a la ética. Según Ouspensky, no hay tiranía más feroz que la tiranía de la moralidad. Escribe: "Inducido por su propia moralidad particular y por su evangelio moral, un hombre olvida el fin de la perfección moral, olvida que este fin consiste en el conocimiento. Comienza a ver un fin en la moralidad misma. Entonces se produce la división a prioi de las emociones en buenas y malas, "morales" e "inmorales". Con esto se pierde la correcta comprensión del objeto y el sentido de las emociones. El hombre está encantado con su "bondad". Desea que todos los demás sean tan buenos como él, o como ese remoto ideal creado por él. Luego aparece el placer de la moralidad por ella misma, una especie de deporte moral, el ejercicio de la moralidad por si misma. [...]"
Pag 152-153.